El sistema de losa de vigueta y bovedilla es ampliamente utilizado en México por sus características y ventajas. Llegó desde Italia en la década de los 80 y actualmente se ha vuelto un método que lidera la edificación de losas. Requiere un proceso constructivo aprobado por los distintos organismos reguladores de la construcción en nuestro país, que vale la pena conocer si desean aplicarlo con ayuda de expertos para sus distintas obras.
Son varios los componentes del sistema de vigueta y bovedilla, sin embargo, los elementos portantes más importantes son las bovedillas de poliestireno, que funcionan como elementos aligerantes, y las viguetas de concreto preforzado. Las últimas se fabrican en distintos tamaños y armados. Las primeras poseen diferentes secciones en peralte, ancho y longitud, por lo que hay muchas combinaciones para satisfacer cualquier requerimiento. Otros elementos indispensables son la malla electrosoldada, la cimbra provisional y la capa de compresión.
Se trata del elemento portante del sistema. Consta de concreto de alta resistencia y alambres de preesfuerzo, que son de alma llena por medio de extrusión o de la manufactura de moldes fijos. Las viguetas prefabricadas se diseñan para absorber los esfuerzos de flexión en los nervios modulares de la placa de la losa. El método de colocación permite la transmisión de cargas de uso funcional hacia la estructura de la construcción, para transmitirse posteriormente a las fundaciones.
Son fabricadas por distintos procesos, como usar máquinas extrusoras o el colado de moldes metálicos. Hay varias razones para usar viguetas prefabricadas en los proyectos de construcción, por ejemplo, su bajo precio. Su asequibilidad se debe a que requieren apuntalamiento y no necesitan madera en encofrado, además permite ejecuciones más rápidas en comparación con los sistemas convencionales.
Se trata de un componente aligerante usado como relleno, que se apoya en las viguetas de forma directa. Se fabrica con materiales de baja densidad en comparación con el concreto, como cemento con arena, barro y poliestireno. El último es el más utilizado por su capacidad de aligerar la losa. No añaden resistencia a la losa, pero se ha garantizado la durabilidad de las obras donde se utiliza.
Son manufacturadas con máquinas vibrocompresoras donde son intercambiados los moldes para los diferentes tipos de secciones, generalmente, con el uso de materiales ligeros. Con respecto a la separación entre viguetas, varía según el tamaño de las bovedillas, aunque oscilan entre 60 y 75 cm.
Se trata del concreto colocado en obra con acero de refuerzo. Se pone sobre las bovedillas y viguetas y se diseñan para integrar y proporcionar continuidad al sistema. Cuando se efectúa el colado del hormigón en obra, la vigueta se integra monolíticamente con la losa de compresión.
Es indispensable poner acero de refuerzo en la capa de compresión para soportar los esfuerzos de flexión que puedan aparecer e inhibir la aparición de grietas por variaciones volumétricas causadas por cambios de temperatura. El acero de refuerzo calculado es el mínimo que se necesita por temperatura y contracción. Para habilitar el refuerzo de losa se usan varillas o mallas. El refuerzo tiene que ser ortogonal y no debe reemplazarse con ningún tipo de fibras.
El sistema de losa de vigueta y bovedilla, según sus características, necesita apuntalamiento provisional hasta lograr una óptima resistencia en el hormigón colado que se obtiene tras una semana. Se recomiendan separaciones de 1.22 m entre largueros para losas con vigueta de 15 cm de peralte. Pueden usarse polines de madera de cuatro pulgadas por cuatro pulgadas respaldados en postes de madera espaciados cada metro y medio. Es recomendable colocar los largueros en la unión de las bovedillas.
El proceso puede tener variaciones según los constructores; sin embargo, implica comúnmente la siguiente serie de pasos:
Antes de iniciar el montaje de viguetas, deben nivelarse los muros para evitar defectos en la losa. Una vez asegurado, las viguetas son colocadas manualmente en el interior del cerramiento o dala o encima de los muros de carga. En el caso de la dala, deben montarse las viguetas hasta la mitad de la cadena o dala con al menos 7 cm de apoyo. Por ejemplo, si hay un claro libre de 3 y 7 cm adicionales de apoyo en cada muro, debe usarse una viga con 3.14 m de longitud total.
El sistema de viguetas prefabricadas, conforme a sus características, es autoportante hasta 3 m, por tal motivo, se requiere apuntar en claros mayores. El apuntalamiento requiere menos mano de obra y menos materiales en comparación con los sistemas convencionales. Lo recomendable es apuntalar al centro todos los claros que superen los 2.5 m, debido a que puede acumularse el hormigón al colarse la losa, lo que causa altas concentraciones de cargas.
Deben colocarse las bovedillas que van en las orillas de la losa, de esta manera, servirán de escantillón, es decir, darán una óptima separación entre las viguetas para inhibir problemas de instalación. Se trata de un paso importante que determina la calidad de la losa de vigueta y bovedilla. Posteriormente, se colocan todas las demás bovedillas. Estas se apoyan de forma directa en las viguetas pretensadas y cubren toda la superficie de la losa de manera conjunta.
Con respecto a las instalaciones eléctricas, se colocan entre los huecos de las bovedillas o por la viga. Si se usan bovedillas de poliestireno, se ranura para no cortar la capa de compresión. Si se cuenta con una caja eléctrica a cielo raso, se retira la bovedilla donde se instalará, se pone una tabla por debajo de las viguetas y se sujeta con alambre recocido a las diagonales de la armadura. Una vez que se coloquen las bovedillas, se colocan las tuberías del sistema hidráulico. Esas son llevadas por los huecos de las bovedillas o por los muros.
La malla electrosoldada es cortada en el piso hasta lograr las dimensiones requeridas, posteriormente, es subida al techo para instalarla. Debe amarrarse con alambre recocido cada medio metro a la varilla superior de la armadura. Si es necesario traslapar, es suficiente con un cuadro más 5 cm.
Es necesario que la superficie de la losa esté bien mojada para aplicar la capa de compresión, además que todos los huecos de las bovedillas expuestos estén tapados para que el concreto no se fugue. La losa de compresión debe ser al menos de 3 cm y debe tener una resistencia mínima de 200 kg/cm2.
Un paso crítico es saturar las bovedillas antes de aplicar el colado del concreto. Por motivos de seguridad, es importante que el personal que opera sobre la losa camine encima de las vigas y evite pisar las bovedillas. La losa debe estar húmeda durante una semana como mínimo y los puntales pueden retirarse tras ocho días del colado.
Se trata de un proceso sofisticado, que requiere manos expertas y materiales de alta calidad. Si necesitan proveedores del sistema de vigueta y bovedilla Monterrey, contáctennos. Somos una empresa referente en el norte del país y líderes en el mercado nacional de materiales prefabricados de concreto, además tenemos el mayor volumen de producción y venta de losas prefabricadas en el país. Contáctennos al 8123 3029 o visítennos en Av. Lázaro Cárdenas. 1810 Int. 4, Col. Del Paseo Residencial, Monterrey, Nuevo León.