El desarrollo de cualquier proyecto inmobiliario no es algo fácil, ya que tienen que considerarse muchos aspectos técnicos, entre los que destaca el material y sistema constructivo a usar. Cada proyecto es único y requiere materiales y sistemas específicos para ponerlos en marcha de manera exitosa, respetando siempre los tiempos y presupuestos establecidos. En el caso de la construcción de losas estructurales, hay varias opciones, como la losa de vigueta y bovedilla.
Ahora bien, cuando se habla de las losas estructurales, suele haber confusiones con respecto a sus variantes, especialmente entre los menos experimentados. Hay una gran variedad de losas en el mercado que se construyen con materiales específicos, como las losas prefabricadas, cuya inversión es una buena idea. Todas ellas son clasificadas en losas macizas y aligeradas. Pero ¿cuál usar en la elevación de edificaciones? A continuación, mencionaremos sus características, ventajas y aplicaciones para que se inclinen por la más conveniente.
Cuando se habla de losas, se hace referencia a aquellos elementos estructurales dispuestos horizontalmente y construidos comúnmente con hormigón. Son cruciales para la creación de azoteas o entrepisos y, al concretarse, resultan en superficies estables y planas, ideales para la disposición de cargas vivas en construcciones residenciales, comerciales e industriales.
Las losas son el componente que soportará las cargas en los distintos niveles. Funcionan tanto como cubierta como piso y, como otros elementos estructurales, es importante poner atención en los materiales o sistemas a usar en ellas, ya que de ello dependen varios aspectos críticos para la comodidad y seguridad en las edificaciones, como su calidad, niveles de aislamiento térmico y acústicos, costes a invertir, entre otros.
Como mencionamos, la losa de vigueta y bovedilla y los demás sistemas de losa se agrupan en las siguientes clasificaciones:
Se refiere a aquellas de gran espesor que, comúnmente, oscila entre los siete y quince centímetros, no obstante, se ofrecen ejemplares aún más gruesos. Su elaboración requiere un largo proceso que, usualmente, se realiza in situ, aunque hay igual losas prefabricadas Monterrey en esta categoría.
El proceso comienza con la elaboración de la cimbra para la losa, que consiste en un molde temporal que permite dotar de forma al hormigón y está compuesto por un refuerzo de vigas y un encofrado de madera. El conjunto es sujetado como una malla o red y al quedar lista la cimbra, se coloca el concreto.
Al secarse el hormigón, la estructura de madera es retirada y se dejan las vigas de refuerzo en el interior. El armado de la losa requiere de mucho material, esfuerzo y tiempo, por lo que los costos que conlleva son muy altos. A ello se suma el gran peso de las losas macizas, lo que orilla a las constructoras a reforzar el resto de los elementos de la losa.
Lo anterior hace que se utilice ampliamente en techos y entrepisos para inmuebles pequeños o medianos, por ejemplo, proyectos residenciales. Las losas macizas transfieren el peso de las cargas hacia el concreto o las vigas de metal para que estas lo transfieran hacia las columnas, logrando así un buen equilibrio en la estructura.
Si bien cada vez más personas optan por la losa prefabricada en la construcción por sus usos, aún son incluidas las losas macizas, ya que permiten formas fluidas y diseños en tres dimensiones. Igualmente, ayudan a formar estructuras continuas, sin necesidad de unirlas a viguetas y destacan por ser altamente resistentes a las grietas causadas por movimientos sísmicos.
Destacan por su instalación sencilla y su precio asequible. Su nombre se debe a los materiales utilizados en su construcción, que son más ligeros que el concreto y funcionan como buen reemplazo. Algunos ejemplos son la losa de vigueta y bovedilla, la losa hueca, las losas nervadas, entre otros.
En esta clasificación suelen usarse vigas de metal y trabes cruzadas de madera e, igualmente, se crean redes grandes donde se colocan bloques huecos de menor volumen. De esta manera, se obtiene un techo de bajo peso y se evita el relleno total del molde. Con respecto a la unión de las viguetas, se añade una capa superior de hormigón y se usan materiales secundarios para rellenar los demás orificios.
Con el fin de evitar los amplios lapsos requeridos para armar la losa, muchas empresas diseñan sistemas novedosos, como los paneles fabricados en planta y bajo controles estrictos que dotan a las construcciones de ligereza, sin comprometer la resistencia. Un claro ejemplo de ello son los paneles de poliestireno, que son ideales para una gran variedad de diseños arquitectónicos. Igualmente, destacan por su larga vida útil, alta capacidad de aislar el calor y el ruido y por ser reciclables, algo crucial para la promoción de obras sostenibles.
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