En el pasado, la única manera de realizar una planta extra o un techo tipo azotea era realizando una losa maciza, colada en el sitio de construcción y tiene algunas características que la hacen menos eficiente. Esto resultaba muy frecuente en los proyectos pequeños y medianos, pero en desarrollos a gran escala surgió la necesidad de ser más productivos, gastar menos materiales y reducir los plazos; fue entonces cuando apareció la losa de vigueta y bovedilla.
Hoy en día, la elección entre ambos se basa en medir sus ventajas y desventajas antes de adquirir los materiales, de forma que se base en aquella que le represente más beneficios a nivel económico, productivo, ecológico, entre otros factores. Si aún no sabe qué producto elegir, resolveremos sus dudas y mostraremos la mejor opción.
Comenzaremos por el que nosotros definimos como el más eficaz en diversos términos y la elección que definitivamente debe realizar. En los últimos años, es uno de los materiales más usados en la construcción residencial, comercial e industrial; se trata de viguetas forjadas en hormigón pretensado que atraviesan paralelamente el área a cubrir y bovedillas que se insertan entre sí; permitiendo la formación de la placa del piso o techo.
La mayor ventaja de estos materiales para construcción en Monterrey es que se realiza por fuera del sitio de obra, es decir, no se requiere de ninguna tarea técnica especializada más allá del conocimiento de instalación, porque su formación se encarga a los profesionales, quienes implementarán las mezclas más eficientes junto con los aditivos necesarios para darle resistencia.
Algunas de las ventajas de la losa de vigueta y bovedilla son:
Al no requerir el tiempo de los empleados para desarrollar las estructuras en el sitio de obra, no es necesario pagarles más días de los necesarios, por lo que el ahorro en términos de rendimiento de la construcción es significativo y ayuda a crecer el porcentaje de ganancias de cada proyecto.
Además, mientras se desarrollan las losas en el punto de fábrica, los empleados disponen de más espacio para realizar algunas labores que no requieren de los prefabricados, como la elaboración de las bases estructurales, el acondicionamiento del entorno, los muros (que también pueden ser precolados), entre otras.
Del mismo modo, una vez que esté lista la losa no deberá esperar hasta que se seque el hormigón para realizar actividades encima, como la instalación de la red eléctrica o los muros del piso superior, sino que al estar instalada y asegurada ya es posible transitar sin ningún inconveniente.
Por otro lado, se trata de materiales más ligeros e igual de resistentes, por lo que la cantidad de hierro, cantos e incluso el tamaño de las zapatas se reduce, lo que sugiere una menor inversión.
Las cimbras de contacto son elementos auxiliares dentro de la construcción de las losas macizas que funcionan a modo de molde para su elaboración; no obstante, se deben desarrollar con madera o demás materiales que se suman a los gastos de la obra, lo que hace que el rendimiento de las ganancias disminuya.
Con la implementación de la losa de vigueta y bovedilla estos problemas son cosa del pasado porque no requieren de un molde en el que secarse dentro del sitio de obra, sino que este producto ya se desarrolló previamente en la fabricación; usted sólo debe instalarlas sobre el área a cubrir.
Uno de los requisitos de los edificios actuales es que sean energéticamente más eficientes, de forma que la huella de carbono generada sea mínima; una de las soluciones más eficaces es implementar las estrategias del aislamiento térmico que vienen con la losa de vigueta y bovedilla. Sin importar si es verano o invierno, los Celsius internos no se alterarán, de modo que el consumo en aire acondicionado y calefacción no sea exorbitante.
Por otra parte, la losa maciza responde a un proceso más tradicional que poco a poco está comenzando a ser obsoleto debido a la cantidad de desventajas que representa; en primer lugar, es un procedimiento más arduo, que consume varios días de obra y requiere de bastante personal para desarrollarse de manera apropiada.
Así mismo, durante su elaboración se realizan muchos desperdicios que incluyen el material que se cae de manera accidental, el concreto que se seca antes de manipularse y el que queda pegado a las cimbras de contacto una vez que se erradican.
Cabe resaltar que la losa maciza tiene un grosor de entre 7 y 15 cm, que da un mayor peso a la estructura y, por lo tanto, entre más estructuras se cuelen aumenta la probabilidad de desplome, que se reduce con cimientos, vigas, trabes y columnas más gruesas.
Por estos motivos, lo mejor es decantarse por la losa de vigueta y bovedilla y así ahorrar de múltiples maneras; para cotizar el metro cuadrado de esta estructura, llámenos al (81) 8123 3029 o escribanos al WhatsApp +52 (81) 2917 4748.