Los sistemas prefabricados son cada vez más utilizados para todo tipo de construcción, desde residenciales hasta comerciales e industriales. Se trata de materiales que se fabrican en un lugar diferente al sitio de la obra, permitiendo así la aplicación de controles más rigurosos en su producción, algo importante para obtener calidades superiores a los materiales convencionales. Entre estos sistemas, destacan las losas prefabricadas.
Las losas prefabricadas son materiales altamente resistentes y una opción ideal para la construcción de techos, terrazas y entrepisos. En comparación con las losas convencionales, son más ligeras, sin que ello comprometa su vida útil y resistencia, por lo que se consideran en la categoría de losas aligeradas. Usan componentes prefabricados de concreto, lo que permite que los usuarios se dediquen solo a armarlos en la obra. Su colocación conlleva una serie de fases, que conviene conocer si las implementarán en su proyecto.
Las losas prefabricadas son un representante de calidad, economía y sustentabilidad en el ámbito de la construcción. Su utilización es sencilla y abarca cuatro fases, que tienen que controlarse minuciosamente para que la edificación sea exitosa:
Aquí entra la fabricación de las losas en fábrica. Cada elemento se dispone adecuadamente para el armado del sistema, desde aquellos aligerantes (como las bovedillas de poliestireno) hasta los elementos portantes (como las viguetas). Igualmente, abarca la producción del concreto (que suele ser premezclado) y la malla electrosoldada.
Según la cantidad de losas prefabricadas solicitadas, se planea la ruta más sencilla para llegar al sitio. Esta fase igual implica una logística para que la entrega sea exitosa y una planeación detallada para que los tiempos de respuesta y de surtido sean óptimos.
Según el proyecto a cubrir, el montaje de las piezas prefabricadas se realiza manualmente o con ayuda de maquinaria pesada, usualmente grúas. Esto igual depende de ciertos factores, como las condiciones del edificio a concretar, los avances deseados en la obra y el peso de los componentes del sistema.
Ya sea que el montaje se realice manualmente o con grúas, es importante disponer de un plano de despiece, que entre los fabricantes es conocido como plano de montaje. En él se incluyen cada aspecto tomado para despiezar el sistema con el fin de que no haya material sobrante o faltante.
Una vez que las losas prefabricadas son armadas, se realiza el colado en el sitio. Con respecto a las características del hormigón que se utilizará, tienen que definirse por un departamento competente o por el diseñador estructural de proyecto, aunque, usualmente, el concreto debe contar con una resistencia o esfuerzo máximo de concreción que se mide en carga por unidad de área de f’c ≥ 200 kg/cm².
A lo largo del proceso de construcción con prefabricados, tanto usuarios como constructoras perciben una serie de beneficios, que dependen de estas últimas, como:
Es importante que los prefabricados de concreto en Monterrey cuenten con la resistencia demandada por las normativas locales. Al ser respetadas por los fabricantes, se obtienen materiales capaces de soportar grandes pesos tanto de cargas vivas como de cargas muertas. Para percibir esta ventaja, es necesario que los materiales sean probados en planta y que los materiales usados tengan certificados de calidad para garantizar excelentes comportamientos estructurales en el sistema.
Gracias a la disponibilidad de un plano de montaje, únicamente se requiere que la validación por parte de la supervisión de que el sistema se armó según el plano diseñado, omitiendo así la supervisión del acero de refuerzo que se aplica en otros sistemas.
Los materiales prefabricados permiten suministros precisos, lo que disminuye los desperdicios, algo relevante para cualquier usuario que desee disminuir los costes y garantizar altos estándares de calidad. Se trata de una notable diferencia en comparación con los sistemas de losa convencionales, donde suele comprarse material de más que suele terminar almacenado e inutilizable.
Una losa prefabricada no requiere tanta personal en la cimbra, colado de concreto en sitio, colocación de acero de refuerzo, apuntalamiento, entre otros aspectos. A ello se suma la ligereza de los elementos integrados en el sistema, que facilitan y aceleran su montaje, sin necesidad de demasiada mano de obra.
La fabricación en planta de las losas permite aplicar estándares de calidad y control de los residuos. Esto conlleva ahorros en cuanto consumo de energía y agua. Igualmente, representa ahorros en cimbra en la obra, lo que convierte a este sistema en un elemento ideal para construcciones sustentables. Si a ello se suma el respaldo de un departamento técnico que estime cantidades adecuadas, los impactos positivos serán mayores.
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