El sistema de losa de vigueta y bovedilla está ideado para lograr una construcción de la manera más fácil, rápida y sencilla. Sin embargo, si es la primera vez que lleva a cabo una obra con este sistema, podrían surgirle dudas y preguntas respecto a cómo proceder y decidir qué es conveniente realizar o no en el manejo e instalación de estos materiales para construcción.
Por lo anterior, creemos que es de gran utilidad darle a conocer algunos de los errores que se presentan más frecuentemente al implementar este sistema. Así, podrá evitarlos y sacarle el mayor provecho posible a esta tecnología de materiales para construcción en Monterrey.
Pocas veces se considera el manejo correcto de la losa de vigueta y bovedilla antes de su instalación. Respecto a las viguetas, debe evitar: apilarlas invertidas o desordenadas; arrojarlas por un extremo ya que pueden caerse y quebrarse; colocar polines a distintas distancias pues el peso no se distribuye homogéneamente y pueden fracturarse o pandearse; y cargarlas o levantarlas por la parte central o invertidas. En cuanto a las bovedillas, procure: no acomodarlas desordenadamente ni caminar sobre ellas para evitar que se rompan ni tampoco usar piezas dañadas, rotas o fisuradas.
Es muy importante que no olvide la colocación de un cerramiento perimetral para limitar el sistema de losa, puesto que aquel le permite actuar como diafragma rígido ante los empujes horizontales. Cuando se pasa por alto este elemento, las losas no se integran adecuadamente a los muros portantes y, consecuentemente, es imposible compatibilizar los desplazamientos laterales.
Previamente a la colocación manual de las viguetas sobre los muros cargadores, siempre hay que tomar en cuenta que las viguetas se apoyan directamente sobre estos y, por tanto, al dimensionarlas debe cortarlas 10 centímetros más largas de lo que mide el claro sobre el que se instalan, es decir, 5 centímetros adicionales en cada extremo. Asimismo, debe tomar en cuenta que la distancia a la que se ubicarán las viguetas depende directamente de las medidas de las bovedillas.
Uno de los errores más comunes al instalar este sistema es decidir no apuntalar las viguetas cortas, por ejemplo, las que miden 2 o 1.50 metros. Por el contrario, el apuntalamiento correcto de todas las viguetas es un paso imprescindible, ya que funcionará como sostén de la losa a la hora de fraguar el concreto.
Cuando se sitúa la losa directamente sobre el muro, el sistema no se apoya uniformemente y, por consiguiente, el acero del cerramiento o trabe no obtiene el recubrimiento indispensable para impedir futuras fisuras en el plafón o la capa de compresión. Para evitar este percance, es necesaria una madrina perimetral.
No es recomendable atribuir funciones a las viguetas para las cuales no fueron diseñadas. Particularmente, no se deben utilizar para sostener tanques de agua, ya que las viguetas no actúan como perfiles o vigas.
Previamente al colado de la capa de compresión, es necesario que moje abundante y uniformemente tanto las bovedillas como las viguetas con el fin de garantizar la adherencia entre ambos y evitar que las bovedillas absorban agua de la mezcla al momento del vaciado.
Cualquier acción que implique una ranura, un desbaste o perforación de las viguetas no es recomendable en ningún caso, ya que esto ocasiona inevitablemente afectaciones estructurales y resta capacidad de carga. La mejor solución es prevenir este tipo de prácticas mediante la colocación de conectores que permitan la sujeción de las viguetas para conectarlas con los cerramientos o trabes y dejar listas las preparaciones de los colgantes antes del colado.
Igual que cualquier tipo de losa, después de su apuntalamiento debe esperar mínimo siete días para retirarlo y, durante este tiempo, pero sobre todo en los primeros cinco días, es muy importante que riegue la losa tres veces al día para curarlo. Este paso, aunque sencillo, es fundamental para controlar el agrietamiento.
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